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17 de diciembre de 2025

“No es sólo una instancia de formación académica, sino un privilegio humano, histórico y ético”

La Comisión Directiva de Abuelas agradeció a las voluntarias de la institución en un encuentro emotivo que concluyó en la entrega de certificados.

En un encuentro emotivo, repleto de relatos de experiencias y aprendizajes compartidos, la comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo realizó ayer la entrega de certificados a las voluntarias que vienen participando -en algunos casos desde hace años, en otros meses- de práctica en la institución, desde distintos proyectos de la Facultad de Ciencia Sociales (UBA). “La territorialidad, poder seguir pensando la comunicación de una institución que tiene más de cuarenta años; que nos ayuden desde su juventud a pensarnos, es muy valioso y contar con ustedes es muy necesario, así que gracias”, arrancó Manuel Gonçalves Granada, integrante de la Comisión Directiva.


Clarisa Veiga, coordinadora de prensa de Abuelas, docente y nexo con la facultad, describió los tres proyectos que en la actualidad contienen a una treintena de voluntarias que se encuentran colaborando con la institución: El proyecto Desclasificados, se inició en 2019 como una práctica preprofesional de la carrera de Comunicación, y hoy es un Proyecto de Extensión Universitaria que aloja jóvenes de diferentes carreras y busca hacer accesibles los archivos desclasificados de Estados Unidos sobre la dictadura, entregados al Estado Argentino en 2019. Desde entonces, vieron el potencial de la experiencia y Abuelas recibe todos los cuatrimestres practicantes de la carrera de Comunicación en diferentes áreas. Hoy hay practicantes en el Archivo Biográfico Familia, un área que reconstruye la historia de vida de los papás y mamás de los nietos y nietas buscadas a partir de entrevistas. En el área de Presentación de Espontánea, que recibe a las personas que dudan de su origen y en el área de Prensa, Difusión y Educación. En 2024 se inició un nuevo Proyecto de Extensión con la Facultad, Identidad y Memoria en los Barrios, que llega a todas las comunas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para promover el derecho a la Identidad y la búsqueda de los nietos y nietas.

Con emoción la palabra comenzó a fluir entre las estudiantes: “Nuestro objetivo es visibilizar en los barrios el derecho a la identidad”, describió Martina Lazzarin sobre el proyecto más nuevo y agregó: “En este tiempo donde todo se descompone y desfinancia es importante que no solo haya una cuestión ideológica a la que se adhiere, sino un compromiso concreto”. Eugenia Díaz describió el trabajo de cada operativo mensual con el que llegan a los barrios: “Contamos qué hace Abuelas, porque hay gente que a lo mejor tiene la mejor onda con Abuelas pero no conoce las herramientas que se desarrollaron durante todos estos años”. Con cada operativo “buscamos ir cubriendo esto que no se sabe. Creo que hicimos una recorrida interesante este año”, destacó Lucía y todas concluyeron en que “es un ida y vuelta, pudimos poner en práctica un montón de saberes y al mismo tiempo dar un servicio que nos da orgullo”. Esteban Herrera, un hermano que busca y miembro de Comisión Directiva, conmovido por los relatos tomó la palabra y agradeció al proyecto Identidad y Memoria en los Barrios: "Hacen que el mensaje de Abuelas llegue a toda la sociedad. Desde Abuelas para nosotros de corazón es una ayuda inconmensurable, saber que contamos con ustedes y siguen acompañando".

Luego fue el turno del Proyecto Desclasificados que se desarrolla en colaboración con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Naiara Mancini, voluntarias de la cohorte de 2019, que arrancó siendo estudiante de Comunicación y aún continúa en el Proyecto como profesional, describió: “El proyecto no solo era leer documentos, por eso acá seguimos seis años después. Hay muchas aristas y es la primera vez que EE.UU entrega documentos de inteligencia a nuestro país”, María Escobar, traductora pública y miembro del Proyecto también desde el origen destacó: “Es la desclasificación del gobierno más grande de la historia de EE.UU”, al referirse a los casi 5000 archivos que contemplan 50 mil páginas sobre las que hace 6 años están trabajando. Por su parte, Luz, de la nueva cohorte describió las sensaciones que le despertó la lectura de estos documentos sobre la última dictadura en argentina: "me impacta ver que (EE.UU) tenían mucha noción de todo lo que estaba pasando. Es muy fuerte de leer, pero sentimos que estamos apostando a algo más grande que nosotras".
A continuación fue el turno de las voluntarias de la carrera de Comunicación. Melina Paz que trabajó en el Archivo Biográfico Familiar señaló: “Me conmueve mucho lo que hace el archivo, fuimos entrevista por entrevista y cada una es única, siempre terminé conmovida”. Por su parte, Florencia Osz describió: “Fue un encuentro con muchas historias familiares partidas, con mucho dolor, con realidades que me sorprendieron mucho”.

A continuación hablaron las practicantes que del área de Prensa, Difusión y Educación. Valentina Finkelstein leyó un texto escrito junto a sus compañeras Manuela Tettamanti y Mayerlin Zapata, que conmovió hasta las lágrimas: “Para nosotras esta experiencia no fue solo una instancia de formación académica, sino un privilegio humano, histórico y ético” y continuó: “aprender en un espacio que sostiene la memoria, la verdad y la justicia desde hace década transforma por completo la forma en que entendemos nuestra profesión y nuestro rol de comunicadoras”. Y ya fuera del texto concluyó: “Siento que crecí como comunicadora y como persona”. Por último, hablaron las practicantes del áreas de Presentación Espontánea. “Fue una puerta a un nuevo mundo de mucho dolor, sufrimiento, de búsqueda”, señaló Giuliana Isla Vera acerca del trabajo desconocido sobre la escucha de cientos de personas con su identidad vulnerada que llegan todos los año a las sedes de Abuelas y concluyó: “Me llevo un montón, mucho amor, una familia. Estoy muy agradecida de haber compartido un montón de cosas. Y me llevo grandes compañeras que sienten lo mismo que yo cada vez que se entrevista”. Martina Romero Cruz a su lado contó el trabajo de análisis de noticias sobre casos de resolución de identidad que hicieron, donde descubrieron la falta de historización de este derecho y la invisibilización de la tarea de Abuelas: “Fue una experiencia increíble”, aseguró. Laura Rodríguez, coordinadora de Presentación Espontánea, les agradeció: “No hubiéramos podido hacer la cantidad de cosas que hicimos en Abuelas sin el aporte de todas”. Nicolás Baccaro, coordinador de las prácticas de la Carrera de Comunicación, también quiso agradecer a Abuelas por abrir las puertas a sus estudiantes: “Quiero saludar este espacio, es realmente emocionante escuchar lo que se genera, que nuestras practicantes digan que crecieron no solo como profesionales sino como personas” y aseguró que las práctica profesional son un mandato, una responsabilidad histórica de la universidad puesta al servicio de las necesidades populares.
 
Adriana Metz, hermana del último nieto restituido y miembro de Comisión Directiva se sumó a los agradecimientos para las voluntarias: “Gracias por el trabajo que volcaron en Abuelas que nos ayudó a llevar el año adelante. Gracias por apropiarse de la institución que les tocó acompañar”, señaló y Claudia Poblete, nieta restituida y miembro de la Comisión concluyó: “Todo lo que describieron es muy Abuelas, las nuevas ideas, el trabajo que no se termina nunca, los afectos. A nosotros nos rejuvenece escucharlas así que entiendo lo que dicen las Abuelas de como las rejuvenece juntarse con la juventud”. Y antes de iniciar el reparto de certificados aseguró: “Le dejan a Abuelas un montón de ustedes”.

Fuente: Abuelas
Autor/a: Abuelas